sábado, 28 de julio de 2012

Sonríe porque sucedió.


...Habíamos ido de la mano todo el camino, sin darnos cuenta. Al llegar nos miramos y me abrazó, no quería soltarla, me susurró "se te va a ir el tren", pero yo me quería quedar ahí, todo el rato, estaba demasiado bien entre sus brazos. Al fin nos separamos, pero seguíamos cogidas de la mano, no me aguanté y la besé, y para mi sorpresa, ella siguió con el beso. Me separé y me fui a coger el tren. Cuando llevaba un rato ahí, empecé a pensar que se había subido conmigo, ya que olía demasiado a ella. Me miré en el reflejo y vi que llevaba su sudadera, entonces ella llevaba la mía, nos las habíamos intercambiado en un parque, mientras nos hacíamos fotos. Sonreí como una tonta, justo me envió un sms que seguro que me la había llevado como excusa para volvernos a ver, y así fue.

Esa noche había tormenta. La dije "tengo mucho miedo" y bajé de la litera. Me abrazó, me besó y convirtió esa noche en la mejor noche de mi vida. Hacía poco que nos conocíamos, pero lo tenía claro, la quería. Nos pasamos la noche escuchando "nuestras" canciones, en medio de besos, caricias, abrazos... Nos dormimos, pero serían las 04:00 que me despertaron sus labios otra vez, estaba en el paraíso. No quería irme de ahí. A las 09:00 me volvió a despertar, con abrazos, con su presencia. La dije "No hay nada más bonito que amanecer a tu lado", sonrió y me dijo "y yo con estos pelos" y me volvió a besar. 

De camino a mi casa, me mandó un mensaje que hizo que se me saltaran las lágrimas en medio del tren, la gente flipaba, aún lo conservo. En realidad, conservo hasta el primero, "¿Te conozco?".

El 20 de Octubre me eliminó de todo. Sin razón alguna. Nada. Sigo esperando a que alguien me lo explique. Y sigo recordando cada beso, cada abrazo y cada caricia como el primer día.

"Now and for always", ahora y para siempre va a seguir en mi mente, pero sobretodo en mi corazón.

20-20 '11


"No trates de olvidar algo que sabes que siempre permanecerá tanto en tu mente como en tu corazón."

Hay personas que jamás se olvidan, al igual que todos esos momentos pasados junto a ellas. Es inútil, todos los recuerdos permanecerán en tu cabeza, todos y cada uno. Son personas que recordarás a lo largo de tu vida. Pensarás en ellas y sonreirás, llorarás, recordarás tanto los buenos como los malos momentos junto a esas personas, los enfados, las reconciliaciones, las despedidas. 
Te acordarás de cómo esas personas entraron en tu vida y no podrás evitar pensar en lo duro que fue decirles adiós. 

Todos se van, al fin y al cabo. Algunos para no volver, otros...se nos vuelven a cruzar a lo largo de la vida. 
Hay que saber decir adiós, si una persona sale de tu vida es que realmente no tenía que permanecer en ella. 

Cuando una persona se va, duele, duele a rabiar. Pero duele realmente, duele a morir si esa persona es la persona de la que estás enamorada. Duele pensar que ya no va a volver la persona a la que le diste todo. Duele pensar que no va a volver la persona a la que decidiste entregar todos tus sentimientos, a la que le diste tu corazón. Duele pensar en todo lo que vivisteis porque sabes que no va a volver a pasar, no con ella. Con nadie. Duele pensar en por qué se fue de tu vida, pero todavía duele más no saber el por qué. Solo...desapareció.

Duele recordar todos los momentos vividos con ella, sus abrazos, sus caricias, sus besos, sus gestos, su voz, su olor, su pelo, sus manos, su cuello, su espalda, su piel, sus labios, sus ojos, sus hombros, su manera de andar, su sonrisa, su risa, la manera en que me miraba, cómo se le movía el pelo al andar, cómo arrugaba la nariz para burlarse de mi, su manía de quitarme la gorra, sus "- ¿Qué? - MEC", su mala letra, nuestras canciones...detalles. Todo son detalles que no se olvidan así como así, son detalles que permanecerán para siempre en tu corazón, jamás podrás deshacerte de ellos, JAMÁS.

Duele pensar que por esa persona diste todo, no quedó nada en ti, se lo entregaste todo a ella. Duele ver que al irse, se fue con TODO, dejándote sin NADA. Fue como tirar tu corazón a la basura. Sin miramientos. 
Duele pensar que al irse, en ningún momento le dio por mirar atrás. Todos los momentos vividos quedaron reducidos a la nada.

Ha pasado un año. Me mata acordarme de todo. Incluso de cada fecha. De todas y cada una. Sin excepción. Se me parte el alma cada vez que pienso en que nada de eso va a volver, que aunque siga esperando, ella no va a mirar hacia atrás, me mata pensar que nada le recuerda a mi después de todo lo que vivimos, después de cada beso, de cada abrazo, de cada caricia, duele pensar que ella ha logrado olvidarse de todo y pasar página. Yo no puedo hacer eso, no puedo pasar página, en todo caso tendría que tirar el libro entero y quemarlo, pero no.

Creedme, que lo que más duele, es que después de todo éste tiempo, yo siga ahí, al pie del camino, esperando a que ella se dé la vuelta.
 


20-20 '11